El antes y el después del Palacio de Dar al-Horra

 

 

El Palacio de Dar Al-Horra abre sus puertas en el Albaicín alto, origen de la Granada musulmana y sede de los reyes zirís, en una encrucijada de callejones estrechos y muros que esconden la intimidad de encantadores cármenes. Dar Al-Horra significa «Casa de la honesta», y fue la última residencia de la sultana reina Aixa, la esposa legítima del sultán Muley Haccen, ambos padres de Boabdil, el último rey de Granada. Fuera de la Alhambra, Dar Al-Horra es el más esclarecedor ejemplo de la arquitectura palatina, su estructura y decoración son las características del arte nazarí.

El edificio consta de un patio central con alberca en torno al cual se distribuyen las estancias y dos pórticos en los lados menores. La zona más interesante es la del pórtico norte, desde cuyo mirador se divisa una hermosa vista hacia el cerro de San Cristóbal y el poniente de la capital. Las inscripciones labradas en las yeserías del mirador refuerzan el carácter privado de la casa con palabras y frases de celebración como «Bendición», «Felicidad», «La salud es perpetua» y «La dicha continua».

El palacio formaba parte de una gran finca con huertos y jardines, cedida por la reina Isabel la Católica para fundar el Convento de Sta. Isabel la Real.

Aquí podéis ver una recreación de como se vería en su momento más primigenio la el palacio de Dar al-Horra:

Barrio del Albaycín. Callejón Ladrón del Agua, 8. Precio 3,5 euros aprox.
Horario de otoño-invierno (del 15 de septiembre al 31 de marzo) lunes a domingo: de 10:00 a 17:00.
Horario de primavera-verano (del 1 de abril al 14 de septiembre) lunes a domingo: de 09:30 a 14:30 y de 17:00 a 21:00.

 

Volvemos al Albaycín y visitamos un palacio nazarí, parada obligatoria para cualquier visitante que quiera disfrutar de la arquitectura del siglo XV y relajar la vista a través de las panorámicas que sus ventanas nos regalan.

 

Su nombre significa “Casa de la señora” o “Casa de la honesta”, y se encuentra en el Albaycín Alto, donde podríamos decir que se inicia todo. La Granada musulmana se forja allí: los reyes zirís, que a principios del siglo X fundan la Taifa de Granada, levantan en este espacio sus palacios reales  y murallas. En el siglo XV los nazaríes reforman el palacio, que se compone de un patio central con alberca, pórticos y diferentes estancias.
Sobresalen las vistas del Cerro de San Cristóbal y los cármenes arbolados del barrio. La Alhambra se divisa hacia el sur. Allí vivió Aixa, la madre de Boabdil, y posteriormente su marido el rey Muley Haccen con Isabel de Solís (que fue una esclava cristiana de la que se prendó). Tras la rendición de Granada el palacio pasó a manos del secretario de los Reyes Católicos, y luego se integró en el convento de Santa Isabel la Real hasta que fue adquirido por el Estado.

 

Llegar a Dar al-Horra es sencillo, ya que la calle principal que conduce a San Nicolás y su mirador (Calle Santa Isabel la Real) conecta con un parque nuevo y grande, cruzándolo se llega al Callejón de las Monjas, que desemboca en el palacio.

Para más info y visitas: Alhambra-Granada.org.

 

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