Pieza de Abril 2015. Miniatura de Paños de Yesería

La figura de Rafael Contreras Muñoz (1824-1890), se erige como una de las más conspicuas de cuantas se relacionaron con la Alhambra durante el siglo XIX; ya que junto a sus controvertidas  intervenciones restauradoras – que contribuyeron de forma decisiva a la limpieza del Monumento y al freno radical del deterioro que venía sufriendo de forma sistemática desde mediados del siglo XVIII, y de forma acusada desde la invasión francesa- se encuentra su labor al frente de, uno de los más reputados y activos talleres de vaciados que difundieron la imagen de la Alhambra y sus repertorios decorativos, contribuyendo con ello a la concienciación de su conservación.

Nombrado “Restaurador-Adornista” de la Real Alhambra por  Real Orden de 23 de Noviembre de 1847, a raíz de presentar ante Isabel II en septiembre de ese mismo año un modelo reducido de la Qubba mayor, conocida como Sala de las Dos Hermanas, su labor va mucho más allá de lo ejecutado en el recinto palatino de la Alhambra; ya que los vaciados que salían de su taller surtían, no solo la demanda de las intervenciones restauradoras, sino también la de un exigente público, ávido de poseer un fragmento del palacio nazarí.

Nace de esta forma un mercado que va más allá de lo meramente local, para trascender en el extranjero en una serie de piezas realizadas en yeso policromado y en metal galvanizado; productos de lujo, que satisfacen el gusto estético y forman en los repertorios decorativos que dimanan del monumento nazarí.

Fuente: Patronato de la Alhambra